Declaratoria de Pobreza

Declaratoria de Pobreza en México

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Declaratoria de pobreza

Declaratoria de pobreza en la Enciclopedia Jurídica Omeba

Véase:

¿Cómo está abordando México su pobreza?

Un examen de la pobreza en México a lo largo de muchos años demuestra que México ha sido capaz de reducir los niveles de pobreza de forma significativa desde mediados del siglo XX. Sin embargo, los esfuerzos del gobierno han sido desiguales. Durante los años del llamado milagro económico de México, que marcó un período de crecimiento económico estable desde finales de la década de 1950 hasta principios de la de 1970, los niveles de pobreza disminuyeron en todas las áreas de medición. A principios de la década de 1950, la proporción de mexicanos con ingresos insuficientes para adquirir alimentos básicos era del 62 por ciento, la de los mexicanos que no podían costear la educación y la atención sanitaria era del 73 por ciento, y la de los mexicanos que carecían de una vivienda adecuada era del 88 por ciento. Para 1982, al inicio del gobierno de Miguel de la Madrid, esas cifras habían disminuido a 22, 30 y 53 por ciento, respectivamente. Se mantuvieron estancadas durante los siguientes doce años, sin mostrar ningún cambio hasta el inicio de la administración de Ernesto Zedillo (1994-2000). Bajo Zedillo, y con la llegada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), estas medidas de pobreza aumentaron significativamente, generalmente en un 15 por ciento o más durante los primeros años de su administración. Sin embargo, para 1996, un mayor número de mexicanos comenzó a salir de estas tres categorías de pobreza. Para 2005, las cifras disminuyeron hasta situarse ligeramente por debajo de los niveles de 1982.

Los recientes descensos pueden atribuirse en gran medida a los programas mexicanos diseñados para aliviar la pobreza. El gasto social del gobierno federal aumentó casi un 75% entre 1996 y 2008. En 2015, representaron el 59 por ciento del presupuesto federal. Más importante aún, los dos principales programas de lucha contra la pobreza del gobierno mexicano durante esos años, Progresa y Prospera (antes Oportunidades), aumentaron drásticamente, no sólo en términos reales, de 466 millones de pesos en 1997 a 38.200 millones de pesos en 2008, sino también como porcentaje del presupuesto social. Por ejemplo, los gastos para Prospera, un programa que paga a las familias una suma mensual por cada hijo que asiste a la escuela, pasaron de dos décimas del presupuesto social en 1997 a 43% en 2015. Es importante señalar que, a pesar de las dificultades de México para alterar significativamente el nivel de pobreza, la calificación del Índice de Desarrollo Humano de México, reportada en el Informe de Desarrollo Humano de la ONU de 2015, mejoró en un 26 por ciento, desde 1980 hasta 2014, en cuatro medidas combinadas: la esperanza de vida al nacer, los años esperados de escolaridad, los años medios de escolaridad (que se duplicaron) y el ingreso nacional bruto per cápita.

El gobierno mexicano ha dedicado recursos a Prospera porque los analistas del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo consideran que aumentar el nivel de educación es un factor crucial para reducir los índices de pobreza a largo plazo. A pesar de estos esfuerzos, las variaciones en el nivel de pobreza en las últimas tres décadas sugieren claramente que las crisis económicas periódicas, a menudo ligadas a la salud de la economía estadounidense, alteran significativamente la distribución de los ingresos en México. Durante la mayoría de estos períodos, hubo pocos cambios en la distribución de los ingresos. De 1989 a 2000, el 10 por ciento más bajo de la población ganó el 1,5 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 10 por ciento más alto de la población representó el 38 por ciento del ingreso nacional. De 2000 a 2014, el grupo más bajo bajó al 1,1 por ciento en 2005, pero alcanzó el 1,9 por ciento en 2014, el nivel más alto desde 1984. El grupo de mayor renta, por primera vez desde 1989, descendió al 34 por ciento en 2010, pero se mantuvo en el 35 por ciento en 2014. Una consecuencia significativa e involuntaria de que los municipios de bajos ingresos sean adyacentes a los de altos ingresos es que la violencia aumenta en la comunidad vecina de altos ingresos. A pesar del éxito comprobado de los programas contra la pobreza, los críticos han argumentado durante años que México ha hecho poco para aumentar la eficiencia de la recaudación de impuestos, limitando así la capacidad del gobierno para redistribuir los ingresos a través de programas públicos. De hecho, entre 2009 y 2013, la carga tributaria en México promedió el 11,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), la más baja de América Latina.

En 2014, había aumentado al 19,7% del PIB, pero México sigue siendo el país con la clasificación más baja en este aspecto de los treinta y cuatro miembros de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos (OCDE).

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Recursos

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Notas y Referencias

Véase También

Desarrollo Económico

  • Declaratoria de herederos
  • Declarativo
  • Declaración de incapacidad
  • Declaración de fallecimiento presunto
  • Declaración de ausencia

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