Ley Juárez

Ley Juárez en México

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Ley Juárez, una ley mexicana que suprime los fueros (privilegios) militares y eclesiásticos, nombrada por Benito Juárez, su autor principal. La ley, de fecha 11 de noviembre de 1855, fue promulgada por el presidente Juan Álvarez, mientras que Juárez era su ministro de justicia. La ley contenía setenta y siete artículos principales que tenían el efecto de abolir todos los tribunales especiales, excepto los tribunales militares y eclesiásticos. Aunque la Ley Juárez no abolió estos tribunales, sí puso fin a los fueros militares y eclesiásticos en casos civiles. Los sacerdotes y los oficiales militares ya no podían cambiar el lugar de los juicios por delitos civiles a los tribunales eclesiásticos o militares. Sinkin argumenta que la ley aceptó la estructura corporativa básica de la sociedad y no abolió todo el sistema fuero, ya que los tribunales eclesiásticos se reservaron el derecho de conocer casos criminales. Como la primera de las Leyes de Reforma, la Ley Juárez fue aprobada como parte de la Constitución de 1857.

Autor: Black

Contexto Histórico

Con la victoria del gobierno republicano sobre el imperio de Maximiliano en junio de 1867 se inicio un nuevo periodo histórico que duró hasta mayo de 1911, fecha en que el general Porfirio Díaz abandonó el poder a raíz del estallido de la Revolución Mexicana. Dividida en dos subperiodos: el primero conocido como el de la «República Restaurada.

Los años que corrieron de 1867 a 1876 se caracterizaron por el resquebrajamiento de la alianza liberal en facciones personalistas que lucharon entre sí como habían peleado contra el partido conservador y la intervención extranjera.

El primer propósito del gobierno de Juárez al instalarse en la ciudad en México fue que el país recobrara cuanto antes su vida constitucional. El 14 de agosto de 1867, se publicó la convocatoria a elecciones para renovar todos los poderes del Estado.

En ella quedó incluido el programa político de Juárez y de su secretario de Gobernación y de Relaciones Exteriores, Sebastián Lerdo de Tejada, cuyo fin era reformar la Constitución de 1857 para robustecer el poder ejecutivo. Las propuestas eran cinco y consistían en:

  • restablecer el Senado y así equilibrar el poder legislativo en manos de la Cámara de Diputados;
  • imponer el veto del ejecutivo sobre proyectos de ley emitidos por el legislativo, ya que la Carta Magna daba mayor poder a este último que al ejecutivo;
  • autorizar a los ministros a contestar, en comunicaciones escritas, las preguntas del Congreso, con lo cual quedaría testimonio de los asuntos que se trataban;
  • limitar las facultades de la Comisión Permanente para convocar a sesiones extraordinarias del Congreso, ya que esta facultad se ponía en práctica con demasiada frecuencia; y
  • variar la forma en que el presidente de la República podía ser sustituida en ausencia también del presidente de la Corte de Justicia, con lo cual Juárez y Lerdo se proponían evitar otro problema sucesorio como el que habían tenido en 1865 con el general Jesús González Ortega.

Juárez se enfrentó a Díaz en las elecciones presidenciales y los resultados le dieron un triunfo contundente. El 8 de diciembre devolvió las facultades extraordinarias al Congreso recién instalado, mismo que lo declaró presidente constitucional pocos días después. Porfirio se separó de la vida política, no así el grupo porfirista, cada vez más importante en el Congreso y se opondría a todas las medidas dictadas por el ejecutivo, empezando por las reformas a la Constitución.

De enero a junio de 1871 se desarrollo la campaña electoral entre Benito Juárez, Lerdo de Tejada que dimitió del gabinete en enero de 1871 y el tercero en discordia fue Díaz. Ninguno obtuvo la mayoría absoluta por lo que el Congreso tuvo que declarar a uno de los tres y Juárez, el 12 de Octubre es electo. Todo desembocó en la revuelta de la Noria en noviembre de 1871 y con esto Juárez intenta en vano reformar la Constitución el primero de abril de 1872. Juárez muere el 18 de julio de 1872. Sebastián Lerdo de Tejada asume la presidencia interina de la República como presidente que era de la Suprema Corte de Justicia.» [1]

Ley Elaborada por Benito Juárez (18559

Con la Ley Juárez (1855), elaborada por Benito Juárez mientras era Ministro de Justicia, se «consideraba a todos los ciudadanos iguales ante la ley con lo que suprimía los privilegios del clero y del ejército. Otro de los puntos importantes declaraba que ni los matrimonios ni los entierros eran asuntos del clero, sino del estado, lo cual le quitaba a ésta una fuente de recursos que había tenido por más de trescientos años.

Obviamente, el descontento entre los conservadores ocasionó largos debates dentro del Congreso instalado en 1856, formado en su mayoría por liberales radicales pero con presencia de moderados y conservadores. Mientras que los liberales querían la división de las grandes propiedades en pequeños propietarios, los conservadores argumentaban que la iglesia tenía derecho a tener sus propios bienes y que las comunidades indígenas saldrían perjudicadas con el fraccionamiento de sus tierras.

Por ser mayoría, los liberales resultaron ganadores y promovieron una nueva Constitución que incluyera estos nuevos principios que fue promulgada el 5 de febrero de 1857:»

Respecto a la división de poderes, se establecía:

  • Poder ejecutivo en manos del Presidente de la República por un periodo de cuatro años con derecho a reelección
  • El poder legislativo lo ejercería el congreso formado por la Cámara de Diputados.
  • Poder judicial a cargo de la Suprema Corte de Justicia y los respectivos tribunales. (El Presidente de la Suprema Corte de Justicia sustituiría al presidente si era necesario).

«Tales reformas significaban la pérdida de muchísimos privilegios de la iglesia, por lo que se prohibió a todos los católicos aceptar la nueva constitución, lo cual generó una gran tensión. Ante esto los conservadores vieron como única solución un levantamiento armado encabezado por un experimentado general llamado Félix Zuloaga, mismo que estalló el 17 de diciembre de 1857. En respuesta a esto, el presidente Comonfort desconoció la Constitución que él mismo había implementado por considerarla un cambio demasiado rápido, asimismo encarceló a algunos de sus colaboradores más cercanos, entre ellos Juárez.

Poco tiempo después huyó del país dejando por ley constitucional al Licenciado Juárez en el Poder, por ser el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, por su parte, los conservadores nombraron presidente al General Zuloaga. A esta lucha por el poder entre liberales y conservadores se le llamó Guerra de Reforma.

Ambos ejércitos desgastados y con escasez de recursos hicieron varios intentos para obtenerlos. Por su parte, negociaron un tratado con Estados Unidos, conocido como McLane-Ocampo, los conservadores buscaron ayuda en España por medio del tratado Mont-Almont; ninguno de éstos se llevó a cabo, por lo que los ejércitos se siguieron desgastando.

Mientras la guerra se llevaba a cabo, Benito Juárez, con su gobierno establecido en Veracruz, expidió las conocidas leyes de Reforma, cuyo principio más importante e innovador es la separación entre el estado y la iglesia:

  • Ley de Nacionalización de los bienes del clero – Los bienes de la Iglesia ya no tenían que pasar a manos de los rentistas, sino al estado.
  • Ley del Matrimonio Civil – Sólo el matrimonio como un contrato civil tiene validez para fines oficiales.
  • Ley del Registro Civil – Registro de nacimientos obligatorios.
  • Ley de Exclaustración de monjas y frailes – Se prohíbe la existencia de conventos y claustros.
  • Ley de Secularización de Cementerios – Sólo es permitida la inhumación o el sepulcro en panteones civiles.
  • Ley de Libertad de Cultos – Cada persona es libre de elegir el culto que desee, asimismo, se prohíbe la asistencia de funcionarios públicos a ceremonias religiosas.» [2]

Recursos

Notas

  1. Por Marco Vinicio Rangel Moreno
  2. Id.

Véase también

Anticlericalismo;
Juárez, Benito.
Reforma

Bibliografía

Richard N. Sinkin, La reforma mexicana, 1855–1876: Un estudio en la construcción de la nación liberal (1979), pp. 98-99, 123-124.

Arnold, Linda. Política y justicia: La Suprema Corte mexicana (1824-1855). México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1996.

Ramos Medina, Manuel, ed. Memoria del I Coloquio Historia de la Iglesia en el Siglo XIX. México, D.F.: Centro de Estudios de Historia de México Condumex, 1998.

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