Migración y Delincuencia en México
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Visiones sobre Migración y Delincuencia en el Derecho Penal
Reflexión Crítica
EN NUESTRO tiempo, las libertades de tránsito y de residencia tienen una gran importancia. Particularmente lo tiene el hecho de que se hagan valer de manera universal, de modo que toda persona pueda desplazarse por cualquier país del mundo y establecerse donde lo decida. Si la eficacia de dichas libertades fuera universal, se terminaría con las actuales condiciones de discriminación que imperan en contra de los migrantes en muchas partes del planeta, discriminación que se traduce en «criminalización» por el simple hecho de ser inmigrantes o de «no tener papeles». Por desgracia, la universalización de las libertades de tránsito y residencia se enfrenta a los discursos anticuados, pero muy recurrentes, respecto a la soberanía de los estados nacionales, discursos que en México se siguen sosteniendo pese a su falta de fundamento. De esos discursos deriva el pernicioso uso del criterio de la ciudadanía para limitar la titularidad de los derechos fundamentales, violando de esa manera lo establecido por diversos pactos internacionales de derechos humanos. Lo que se esconde detrás del discurso criminalizador contra la inmigración es una profunda carga de racismo y de xenofobia. Es algo que todo Estado democrático debería superar, pues para lo único que sirve es para condenar a la ilegalidad a millones de personas que han salido de sus lugares de origen con el único e irreprochable objetivo de mejorar sus condiciones de vida. Respecto a este tema, Luigi Ferrajoli ha escrito dos párrafos que me parece expresan con claridad las consecuencias de mantener restricciones a las libertades de tránsito y residencia. Ferrajoli comenta que «[…] la aceptación de las actuales políticas contra los inmigrantes y la ceguera frente a la tragedia de los miles de personas que cada año atraviesan nuestras fronteras (véase qué es, su definición, o concepto jurídico, y su significado como «boundaries» en derecho anglosajón, en inglés) y de las decenas que, antes de alcanzar nuestro territorio, mueren ahogadas intentando huir de nuestros controles, son posibles en la medida en que se comparte el latente racismo sobre el que se basa nuestro privilegiado sistema de vida […]. Las operaciones a través de las cuales los inmigrantes son expulsados o rechazados en las fronteras (véase qué es, su definición, o concepto jurídico, y su significado como «boundaries» en derecho anglosajón, en inglés) se deciden, al igual que las nuevas guerras, para satisfacer las pulsiones racistas y las demandas de venganza de la opinión pública (y del electorado) de los países occidentales, que, a su vez, resultan legitimadas y reforzadas por estas políticas de muerte». MIGUEL CARBONELL (Autor)
Reflexión Crítica
LA MIGRACIÓN representa para cualquier país su propia realidad jurídica, económica, política y social. En México, la situación del migrante representa una problemática que no se ha podido atender de modo adecuado en relación con políticas públicas y administraciones equitativas de la riqueza. Se estudia al migrante como un problema de otros, en la forma de realizar acuerdos migratorios. Uno de los principales problemas de la migración es atender y entender quién los expulsa; atender las causas reales y generales de su problemática es mirar hacia adentro del país; pobreza, carencias de necesidades básicas, salud, vivienda, alimentación, educación, son faltas graves que exponen a una gran población a irse a otro país o a buscar un camino por demás conocido: la delincuencia. Cuando el hambre habla… ROSA MARÍA COUVERT ROJAS (Autor)
Reflexión Crítica
SON TEMAS de estrecha relación y que tienen su origen en causas similares (como las sociales, económicas y políticas). Sus efectos no necesariamente se reflejan en el ámbito geográfico local, sino que adquieren un carácter transfronterizo, provocando que las relaciones de Derecho Internacional entre los estados involucrados se vean alteradas al grado de provocar la imposición de reglas o condiciones de carácter migratorio entre los mismos, las cuales son rebasadas por el gran flujo migratorio, llevando a los estados incluso a la construcción de obstáculos o barreras materiales para inhibir la migración. JOSÉ NÉSTOR GARCÍA REZA (Autor)
Reflexión Crítica
UNO DE LOS factores criminógenos más reconocidos hoy día, es precisamente el relacionado con las migraciones humanas, tan propias del nuevo orden mundial. Sus efectos, tanto en lo transnacional (ante fronteras (véase qué es, su definición, o concepto jurídico, y su significado como «boundaries» en derecho anglosajón, en inglés) muy porosas) como en lo nacional, generan transculturización, adopción de modelos de sobrevivencia de marginación legal, asentamientos irregulares en zonas urbanas no identificados y generadores de acciones delincuenciales (como las espirales de violencia en las zonas fronterizas de México). La falta de arraigo e identidad es un factor criminógeno de primera importancia. El otro aspecto es que el paso de una ciudad media a una macrourbe, es en sí mismo un hecho detonante de la delincuencia, a veces en forma geométrica. El control de las migraciones es un factor elemental de política criminal. RENÉ GONZÁLEZ DE LA VEGA (Autor)
Reflexión Crítica
EL TÉRMINO «migración» alude al desplazamiento de personas de un país a otro para establecerse en él. Dicha situación ha sido considerada por algunos países como una falta administrativa, mientras que en otros (como México) ha sido criminalizada. En este contexto es necesario preguntarnos cuál es el papel que debe desempeñar el Derecho Penal ante el fenómeno migratorio. Sabemos que no es posible reducirlo a una cuestión de policía fronteriza ni mucho menos pretender abarcarlo desde una simple perspectiva de la legalidad o la ilegalidad, regularidad o irregularidad o de la estancia de extranjeros en determinado territorio.
El tratamiento que se da a los trabajadores migrantes, asignándoles calificaciones o categorías sospechosas (como indocumentados, en situación irregular o, peor aún, ilegales), se convierte en una etiqueta que conlleva una despersonificación del individuo y lo reduce a un ente indeseable en la sociedad, y por ello la autoridad pretende privarlo de la dignidad inherente a su calidad de ser humano, así como de sustraerle su derecho a un debido proceso en el marco de las garantías mínimas que se debe brindar a todo migrante, independientemente de su estatus migratorio, situación que le acarrea grandes problemas en la sociedad.
Atento a lo anterior, debemos estar conscientes de que la migración es un fenómeno complejo que debe ser abordado desde diversas perspectivas, teniendo en cuenta, siempre, el principio de ultima ratio que rige en el Derecho Penal. RAÚL PLASCENCIA VILLANUEVA (Autor)
Recursos
Notas y Referencias
- Reflexiones sobre migración y delincuencia publicados primero por el INACIPE, 2007