Democracia Representativa

Democracia Representativa en México

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Democracia representativa en el Derecho Parlamentario

Concepto de democracia representativa en la práctica legislativa mexicana: Es el tipo de democracia en el que el poder político procede del pueblo pero no es ejercido por él sino por sus representantes elegidos por medio del voto.

El académico italiano Norberto Bobbio señala que históricamente se fue consolidando el modelo a partir de los movimientos constitucionalistas de las primeras décadas del siglo XIX a través de dos vertientes: 1) la ampliación del derecho al voto hasta llegar al sufragio universal y, 2) el avance del asociacionismo político que formó a los partidos políticos modernos. El paso de los regímenes monárquicos a los republicanos representó el arribo de la Democracia Representativa a través del mayor cargo del Estado bajo la figura de la Presidencia. De esta forma, es común que en los regímenes democráticos actuales se consideren una forma para ejercer el poder político democrático en sociedades de masas, argumentando que permite una decisión eficaz por un número suficientemente pequeño de personas en nombre del mayor número.

La Constitución Política señala en los artículos 50, 51, 52, 53, 54 y 56 la esencia del sistema democrático-representativo para México.

¿Qué tan democrático es México?
La respuesta a la pregunta anterior sobre cuándo se convirtió México en un país democrático indica que hay una serie de condiciones o características que suelen asociarse a un modelo democrático que funciona. Estos criterios incluyen la supremacía civil sobre el ejército, las elecciones competitivas, la participación de la ciudadanía en el proceso político, un sistema legal legítimo, la protección de los derechos humanos y la justicia social. México cumple sólo algunos de estos criterios. Lo que más se parece a un sistema político democrático es la competitividad de sus elecciones, tanto a nivel local como nacional. Los resultados electorales desde el año 2000 han demostrado el grado de competitividad. En las elecciones presidenciales de 2000, por ejemplo, el PAN derrotó al PRI, que quedó en segundo lugar, y al Partido de la Revolución Democrática (PRD), que quedó en un lejano tercer lugar. En 2006, el PAN apenas pudo retener el control del poder ejecutivo al derrotar al segundo partido más fuerte, el PRD, por la mitad del 1% de los votos. En 2012, el PRI volvió a ganar las elecciones con un 38% de los votos, seguido por el PRD y el PAN. Unas elecciones bien gestionadas, supervisadas por el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en combinación con la financiación pública, han nivelado el terreno de juego para los principales partidos. Una de las críticas al proceso electoral era que seguía siendo demasiado restrictivo al impedir que los candidatos independientes se presentaran a la presidencia o a otros cargos electivos. Esa restricción se eliminó en 2015, lo que hizo que un candidato independiente ganara un puesto de gobernador. A pesar de la amplia atención de los medios de comunicación, solo el 0,56% de los votantes votaron por candidatos independientes en las elecciones al Congreso y a la gobernación. En junio de 2016, trece estados celebraron elecciones a gobernador, alcalde y legisladores estatales. Se presentaron 433 candidatos, un número similar al de los que se presentaron en 2015, 30 de los cuales aspiraban al puesto de gobernador y 246 al de alcalde. Al igual que en el caso anterior, fueron pocos los candidatos independientes que obtuvieron cargos, a pesar de que nueve de cada diez ciudadanos expresaron poca o ninguna confianza en los partidos políticos, el nivel más alto de desconfianza en esas instituciones desde 2002.

Otra medida de la democracia es la supremacía civil sobre el ejército. En México, las autoridades civiles ejercen el control de la toma de decisiones sobre la mayoría de los aspectos de las misiones de las fuerzas armadas, pero hasta 2014 siguieron concediendo a los militares autonomía para detener, juzgar y condenar a sus propios miembros por violaciones de derechos humanos contra civiles. Teniendo en cuenta el número de denuncias contra los militares por dichas violaciones, los críticos señalan que el número de detenciones y condenas es extraordinariamente bajo. La cuestión del control civil final sobre el ejército está asociada a otra importante prueba de los logros democráticos de México: la protección de los derechos humanos. Desde el año 2000, el número de presuntas violaciones de los derechos humanos, incluidas las cometidas por las fuerzas armadas, ha aumentado considerablemente. La incapacidad del gobierno para prevenir o mitigar estos abusos, y su incapacidad para investigar a fondo y condenar a los autores civiles y militares de dichos abusos, que se remontan a la propia Guerra Sucia de México en la década de 1970, señalan el fracaso de México en el cumplimiento del criterio de derechos humanos. Este fracaso se puso de manifiesto con la desaparición de cuarenta y tres estudiantes de una escuela de magisterio en Guerrero en 2014 y la incapacidad del gobierno para ayudar a localizar a las víctimas o identificar a los autores tres años después. Este incidente ha afectado gravemente a la confianza de las élites y de los ciudadanos de a pie en la administración de Peña Nieto específicamente, y en el gobierno federal en general, y explica en parte por qué el presidente ha obtenido los índices de aprobación pública más bajos desde el año 2000.

La tolerancia del gobierno hacia los abusos de los derechos humanos también está relacionada con la fortaleza y el funcionamiento del sistema legal mexicano. A su favor, los estados mexicanos han implementado reformas legales que ayudarían a eliminar la práctica generalizada en el sistema de justicia mexicano de torturar a los acusados y confiar exclusivamente en confesiones forzadas para condenar a los sospechosos detenidos. Los jueces creen mayoritariamente que estos cambios son positivos. Sin embargo, hasta la fecha, estas reformas legales, que debían aplicarse antes de junio de 2016, no se han probado plenamente en la práctica, ni el público está convencido de estar protegido por el sistema legal. Su percepción se ve reforzada por el informe del World Justice Project de 2016, basado en ocho variables relacionadas con el Estado de Derecho. El informe sitúa a México en el puesto 88 de 113 países, entre los 7 últimos de América Latina y los 6 últimos de todos los países de renta media-alta. Si México quiere ser una democracia en el sentido pleno del término, tendrá que lograr un sistema legal reputado. En la última encuesta de Latinobarómetro, sólo el 37 por ciento de los mexicanos dijo preferir la democracia a otras formas de gobierno, el porcentaje más bajo de todos los países latinoamericanos incluidos en la encuesta. Desde 1995, el apoyo de los mexicanos a un modelo democrático disminuyó 12 puntos porcentuales.

Revisor de hechos: Tom
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Recursos

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Notas y Referencias

Véase También

Desarrollo Político

3 comentarios en «Democracia Representativa»

  1. La democracia se debería de buscar entre todos los ciudadanos, pero lamentablemente eso nunca se lograra ya que hay muchos factores que tendrían que intervenir, pero no lo hace, entre estos se encuentran los medios de comunicación, los cuales deberían de participar para que nuestro México funcione mejor, principalmente en la creación de conciencia de corresponsabilidad solidaria, y así opinar ellos neutralmente para que se logre una forma de pensar neutral y por lo tanto cada ciudadano piense de acuerdo a sus ideales, cosa que nunca se ha logrado, ya que lo medios de comunicación son muy manejados por la gente pudiente del gobierno y esto ocasiona que estos solo ayuden para que la población piense como el gobierno quiere que piensen, dejando a un lado sus verdaderos pensamientos y solo se logran llevar por el gran movimiento de masas que ocasionan los grandes y fuertes medios de comunicación.

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  2. En la realidad, la estructura del gobierno y las decisiones políticas van por caminos distantes de los modelos ilustrados del siglo XVIII y principios del XIX. No es por intermedio de estos como se puede entender su funciona- miento real y sus significados más ricos. Los partidos, el sufragio, las elecciones, los “tres poderes”, la “soberanía de los estados federales”, y en general todo el aparato de la democracia tradicional operan en tal forma que las decisiones políticas nada o poco tienen que ver con los modelos teóricos de “la lucha de partidos que institucionaliza el cambio del poder”, o con el equilibrio y control de unos “poderes” por otros, o con una “federación de estados libres y soberanos”. La dinámica política, la institucionalización del cambio, los equilibrios y controles, ‘ la concentración y distribución del poder hacen de los modelos clásicos elementos. Simbólicos que recubren y sancionan una realidad distinta.

    Unknown.jpegY es así como desde 1929 en que se funda el partido del gobierno, este no ha perdido nunca una elección presidencial, una elección de gobernador, una elección de senador. Hasta antes de la elección presidencial de 1964 el partido había llevado al poder a seis presidentes, a casi 200 gobernado- res, a 282 senadores, cifra que aumentó a partir de entonces por el triunfo de la totalidad de candidatos postulados por el PRI para esos puestos en las citadas elecciones de 1964. Y los partidos de oposición no solo han carecido de la fuerza real e institucional necesaria para ganar uno solo de esos puestos, o para obligar pacifica e institucionalmente a que sean reconocidos sus triunfos, sino que muchos de ellos presentan características esencialmente distintas de las que corresponden a un partido en el terreno teórico o en la experiencia euroamericana; financiados en muchos casos por el propio gobierno, han apoyado a los candidatos del gobierno o luchado provisionalmente en su contra a cambio de concesiones para los grupos políticos que los dirigen, y han participado así́ en la realización del juego político, del ceremonial electoral.

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  3. Un tema como la democracia en México, no es fácil de tratar ya que tiene muchas incógnitas y muchos temas importantes que se vinculan primordialmente con ella, lo principal que tienen que hacer nuestra sociedad es conocer nuestra realidad, acabar con los fantasmas que nos asustan, con las simulaciones, con la retórica y la propaganda que nos enajenan, con la falsa idea de que la mejor manera de amar a México es ocultar sus problemas; buscar así́ una acción política que resuelva a tiempo, cívica, pacíficamente, los grandes problemas nacionales es el principal objetivo político que se tiene que buscar, tal vez se crea difícil, pero no lo es ya que lo primordial es siente os como nos sentimos corresponsables y participes del gran movimiento tal y como se siento el pueblo con el movimiento que se inició́ en 1910 y que, una y otra vez, lucho por salir del eterno retorno y alcanzar sus metas.

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