Cultura Tzeltal

Cultura Tzeltal en México

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ORIENTACIÓN
IDENTIFICACIÓN Y LOCALIZACIÓN
Los tzeltales son un grupo étnico indígena norteamericano que se concentra en los Altos Centrales del estado de Chiapas, México. Los grupos indígenas contiguos son los tzotziles al oeste, los choles al norte y noreste, y los tojolabales al sureste. Sin embargo, la división básica de la población en los Altos de Chiapas no se produce entre los distintos grupos indígenas, sino entre los ladinos (personas de habla española, normalmente mestizos), que ocupan principalmente las ciudades principales, y los indios, que viven sobre todo en los municipios periféricos.

DEMOGRAFÍA
La población de habla tzeltal era de aproximadamente 50.000 personas hacia 1950. En 1977 esta cifra había bajado un poco a 45.000, de los cuales 20.000 eran tzeltales de las tierras bajas o bachajones y 25.000 eran tzeltales de las tierras altas o oxchuc. Esta población se distribuye en 12 MUNICIPIOS, con 13 comunidades principales. De estas últimas, nueve son casi totalmente indígenas (es decir, se reporta que tienen más del 85% de habla tzeltal): Aguacatenango, Amatenango, Cancuc, Chanal, Chilón, Oxchuc, Tenejapa, Petalcingo y Sitala. Las otras cuatro comunidades tienen entre un 65 y un 80% de hablantes de tzeltal: Altamirano, Ocosingo, Villa de las Rosas y Yajalan.

FILIACIÓN LINGÜÍSTICA
Las lenguas tzeltal y tzotzil forman la subdivisión tzeltalana de la familia lingüística maya. Los estudios léxico-estadísticos indican que estas dos lenguas probablemente se diferenciaron alrededor del año 1200 d.C.

HISTORIA Y RELACIONES CULTURALES
Hay poca o ninguna información en la literatura sobre la historia tzeltal previa al contacto. Sin embargo, durante los últimos cuatro siglos, desde el primer contacto con los españoles en la zona, ha habido varios períodos de gran importancia social para los tzeltales. El primero de estos periodos fue el de la conquista, de 1524 a 1545, durante el cual las culturas hispano-indígenas se enfrentaron con gran violencia. A éste le siguió el periodo de catequización y consolidación del dominio español que duró desde 1545 hasta 1600. Este periodo se caracterizó por un gran movimiento de población y cambios de ubicación de algunos pueblos, reducciones y congregaciones.

El siglo XVII y principios del XVIII fueron conocidos como la época de la esclavitud y de las concesiones reales de tierras. Los indios estaban sometidos al pago de fuertes tributos y se les exigía mano de obra en las plantaciones y en el sistema de transporte, donde servían como portadores de mercancías en las grandes caravanas comerciales de los españoles.

El período que va desde aproximadamente 1720 hasta cerca de 1850 es considerado como el período de resurgimiento y autonomía de la comunidad indígena. En esta época se suprimió el sistema de concesiones reales de tierras, se debilitó la Orden de los Dominicos y se relajó mucho la autoridad del gobierno español. Esta situación existente se agudizó debido en gran parte a la agitación política de la época que absorbió la atención de las autoridades españolas y que finalmente condujo a la separación de Chiapas de Guatemala y su incorporación a México en 1824. El siguiente periodo importante en la historia tzeltal fue el que va de 1850 a 1911 aproximadamente, durante el cual los ladinos invadieron las tierras de los indios tomándolas mediante sobornos o por la fuerza. A pesar de las quejas de los tzeltales ante las autoridades, no se hizo nada, y los ladinos siguieron haciendo incursiones en las tierras de los indios. El periodo moderno de la historia tzeltal comenzó alrededor de 1920, y se caracteriza por el creciente apoyo federal en toda la república. Aunque el progreso ha sido lento en la zona tzeltal, las condiciones mejoran constantemente.

ECONOMÍA
SUBSISTENCIA
La agricultura es la actividad económica básica de los campesinos tzeltales. Los cultivos tradicionales mesoamericanos, como el maíz, el frijol, la calabaza y el chile, son los más importantes, pero también se cultiva una variedad de otros cultivos, como el trigo, la yuca, el camote, el algodón, el chayote y algunas frutas y verduras. Las variaciones regionales en las condiciones ecológicas provocan una diferenciación concomitante en la agricultura. Entre los animales domésticos se encuentran las aves de corral, los cerdos, los burros y el ganado vacuno, pero estos animales rara vez se comen.

ACTIVIDADES COMERCIALES
Los pueblos tzeltales destacan por sus especialidades artesanales. Los excedentes de productos agrícolas y artesanales se comercializan en toda la región mediante un sistema de mercados regionales periódicos, y estos mercados vinculan a los tzeltales con el sistema económico mexicano más amplio. Por último, muchos tzeltales dependen en cierta medida del trabajo asalariado para abastecer a sus hogares.

ARTESANÍA INDUSTRIAL
La artesanía especial incluye la cestería, el tejido, la alfarería, el trabajo en madera y el trabajo en piedra. Entre las pocas artesanías que se practican en el área tzeltal, la cerámica, producida principalmente por mujeres, es la más extendida. Aunque casi todos los grupos tzeltales elaboran vasijas utilitarias de barro (con la posible excepción de los tenejapeños), las dos comunidades que han hecho de esta artesanía una especialidad son Tenango y Amatenango del Valle. Aunque ambas comunidades utilizan técnicas cerámicas similares, la forma y la ornamentación de la cerámica resultante varían. Tenango exporta sus productos terminados a través de la zona norte de la región, mientras que Amatenango del Valle los exporta a través de la zona sur, incluyendo los pueblos vecinos de Guatemala.

El hilado y tejido de telas para la confección es otro oficio muy extendido en la zona tzeltal. Este tipo de tejido es realizado en su totalidad por mujeres, utilizando el telar de cintura de origen prehispánico. Sin embargo, ningún pueblo de la región tzeltal comercializa estos productos porque la producción apenas satisface las necesidades de las familias individuales.

El trabajo de la madera se realiza a un nivel muy rudimentario. Con herramientas muy básicas los hombres tzeltales fabrican puertas, mesas, asientos (taburetes), pequeños bancos y repisas, y en la zona de Ocosingo, hasta violines similares a los europeos pero con poca resonancia y pobre tono. También fabrican peines y pipas (para fumar tabaco).

Los hombres tejen cestas sencillas sobre un armazón de tablillas pesadas, entretejidas con cañas en forma de mimbre. Los hombres también fabrican sombreros que trenzan con paja.
Esteras y cestería

El trabajo en piedra consiste en la fabricación de METATES, utilizando como herramientas un pico y un martillo de mango corto. Estos METATES suelen tener tres patas, aunque determinados autores mencionan algunos que no tienen patas, y están hechos de piedra volcánica.

COMERCIO
Como se señaló anteriormente, existe un comercio limitado entre los pueblos de la región tzeltal, especialmente por parte de aquellas comunidades especializadas en la fabricación de artesanías particulares. Por ejemplo, Tenango y Amatenango se concentran en la producción de cerámica que comercian con otros pueblos vecinos por sus productos. Otras comunidades, en cambio, muestran una actividad comercial muy limitada: Tenejapa comercia algunas esteras para dormir; Oxchuc, cuerdas, redes y bolsas de pita; Cancuc, peines de madera; y Bachajón, juguetes de barro. A diferencia de Zinacantán y Chamula, estos pueblos no cuentan con comerciantes especializados para promocionar sus productos.

Los mercados en la región donde la gente puede reunirse regularmente para intercambiar sus productos, son pocos: Teopisca en el sur, Tenejapa en la región central y Ocosingo, Chilón y Yajalón en el norte. Estos mercados también son frecuentados por ladinos, pero hay otros, ubicados lejos del contacto ladino que son exclusivamente para indígenas. Uno de los más importantes es el mercado sabatino de Yochib, ubicado cerca de Tenejapa, Cancuc y Oxchuc. Las transacciones en estos mercados se realizan a través del intercambio comercial o por dinero.

El comercio con las poblaciones no tzeltales es mínimo, aunque existe. La sal, los perros, la pólvora para los pedernales y el AGUARDIENTE se intercambian con los lacandones por tabaco de calidad. Además del intercambio comercial interno ya señalado, la cerámica de Tenango y Amatenago se exporta fuera de la zona y hasta San Andrés en Guatemala. Las mantas de chamula se usan en Cancuc y en toda la sierra de Chiapas. Los tzeltales de la región de los Altos se abrigan con pesadas camisas de lana llamadas CHUJ, que se fabrican en Guatemala.

TENENCIA DE LA TIERRA
Los derechos de propiedad varían según el grado de aculturación alcanzado por la comunidad. En las comunidades más conservadoras (Oxchuc, Cancuc, Tenejapa, Tenango) se siguen observando los derechos de propiedad familiar, aunque éstos parecen estar relacionados con el linaje. En estos patrilinajes la mujer no cuenta cuando se trata de la herencia. Sin embargo, puede ser dueña de una parcela que haya comprado con su propio dinero, pero esto es poco frecuente. Un hombre, en cambio, puede reclamar cualquier terreno que haya pertenecido anteriormente a su linaje por el simple hecho de devolver el dinero que se pagó por él hace varias generaciones, siempre que pueda documentar que las tierras pertenecieron realmente a su linaje.

En ocasiones, las tierras pertenecientes a un linaje pueden subdividirse, previo acuerdo de los interesados, y repartirse de forma individual. De esta manera, un solo individuo puede ser dueño de parcelas, un tipo de propiedad que se está generalizando, especialmente en las comunidades aculturadas como Aguacatenango y Amatenango, ya que la antigua organización social basada en clanes y linajes comienza a deteriorarse. Además de las tierras de linaje y de propiedad individual, están las tierras de EJIDO. Estas tierras son administradas por el «COMITE EJIDAL» de cada MUNICIPIO, y distribuidas a los individuos que necesitan la tierra para el cultivo. Estas tierras no pueden ser vendidas o transferidas de ninguna manera, ya que son consideradas como propiedad común.

PARENTESCO
GRUPOS DE PARENTESCO Y DESCENDENCIA
Uno de los principales aspectos de la organización social tzeltal tradicional que persiste hoy en día en las comunidades más conservadoras son los hermanos patrilineales exogámicos y los linajes patrilineales dentro de los cuales se hereda la tierra. En las comunidades más aculturadas, el sistema de linaje de hermanos tiende a desaparecer y a ser sustituido por un sistema bilateral similar al que caracteriza a la sociedad ladina.

MATRIMONIO Y FAMILIA
MATRIMONIO
Los matrimonios tzeltales están regulados por el clan y, de hecho, la mera presencia del mismo apellido indígena, (por ejemplo, en Chanal, Tenejapa, Cancuc y Oxchuc), es motivo suficiente para prohibir un matrimonio o, al menos, desaconsejarlo fuertemente. Entre los tzeltales no hay negociadores matrimoniales profesionales. Aunque el levirato y el sororato existen, no constituyen una práctica generalizada en la actualidad, aunque su ocurrencia puede haber sido más frecuente en el pasado. En la forma tradicional de matrimonio, los padres del chico suelen hacer cuatro visitas a los padres de la chica para completar el acuerdo, llevando cada vez regalos de pan, huevos, fruta y, sobre todo, ron. La boda en sí es sencilla: un ritual familiar en el que participan los padres del chico y de la chica y los ancianos del clan al que pertenece la chica. En este momento, el chico entrega formalmente una serie de regalos al clan de la chica, que simbolizan el deseo de una amistad eterna entre las dos familias. Tras la presentación formal, la pareja se arrodilla en presencia del miembro más anciano del clan, que anuncia públicamente su nuevo estado civil y recita los deberes y obligaciones de cada cónyuge.

La residencia es patrilocal, con residencia matrilocal temporal durante un año después del matrimonio, durante el cual el chico debe cumplir el servicio de la novia a su suegro. Si los padres del chico son lo suficientemente ricos, pueden pagar a los padres de la chica una suma de doce pesos en lugar del servicio.

Cuando una chica es demasiado joven para casarse, se practica otra costumbre conocida como YAJK MAKTE ACHISH (cubrir o asegurar a la chica), mediante la cual los padres del chico la aseguran para un futuro matrimonio con su hijo. Se establecen acuerdos entre los dos grupos de padres que implican el regalo de licor a los padres de la chica, que es compartido por los miembros de su clan. Cuando la chica crece, se celebra la ceremonia matrimonial habitual (véase más arriba).

Otra forma de matrimonio señalada en la literatura es la de la captura de la esposa, una práctica existente entre grupos muy tradicionales. Esta costumbre implica el traslado físico de la chica desde su casa a la de los padres del chico. Tras una serie de negociaciones entre las familias, que incluyen frecuentes regalos de licor, la unión suele ser reconocida.

Hoy en día, entre las comunidades menos conservadoras, estas formas tradicionales de matrimonio están siendo sustituidas gradualmente por la ceremonia matrimonial católica favorecida por los ladinos de la zona.

Cuando un matrimonio se disuelve entre los tzeltales, la mujer regresa con sus padres sin llevarse nada más que su ropa y su telar de cintura. La viuda puede seguir viviendo en la cabaña y utilizar su equipamiento sólo si tiene un hijo. En caso contrario, debe desalojar la casa y volver a la casa de su padre, ya que la tierra será reclamada por los hermanos u otros parientes masculinos del marido fallecido.

UNIDAD DOMÉSTICA
La unidad básica en toda la región es la familia nuclear formada por un matrimonio y sus hijos. Además, existen familias extensas o compuestas en las que otros miembros casados o viudos del mismo núcleo patrilineal, incluidos sus hijos, comparten la misma casa o la misma cocina.

ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
En todas las comunidades tzeltales los patrones de liderazgo político y religioso son los mismos. Cada comunidad está gobernada por dos grupos de autoridades cuyas actividades están interrelacionadas. El primero de ellos, compuesto por miembros del CABILDO y del AYUNTAMIENTO maneja los asuntos políticos de la comunidad. La función del AYUNTAMIENTO es actuar como mediador entre las autoridades locales y nacionales. El presidente del MUNICIPIO y otros funcionarios locales son elegidos popularmente y sus nombramientos son confirmados por el congreso del estado. Por debajo del presidente en autoridad está el SECRETARIO, casi siempre un ladino, que controla todos los asuntos administrativos de la comunidad: impone multas, cobra impuestos y asigna el trabajo comunal. Se mantiene en estrecho contacto con las autoridades estatales. Por debajo del nivel del SECRETARIO están el REGIDOR, el SINDICO, el ALCALDE, el comandante de policía y los policías.

Además de estas autoridades oficialmente reconocidas, los tzeltales tienen su propio sistema de gobierno. En este sistema el MUNICIPIO está dividido en dos CALPULAS o BARRIOS, bajo la supervisión de los ancianos con mayor conocimiento y prestigio en la comunidad. Estos ancianos están representados en el sistema de gobierno tzeltal por el KATINAB (jefe supremo de todo el CALPUL), el OKIL KAVIL, secretario del KATINAB, y varios otros funcionarios locales como los DZUNUBILES, «pulsadores» o «curadores», ALCALDE, CORNALES (o gobernadores), SINDICOS, y X-TULES (o REGIDORES).

Cada comunidad tzeltal constituye una unidad social y cultural distinta. «Cada comunidad tiene sus tierras bien definidas, sus propias formas dialectales, vestimenta, sistema de parentesco, organización político-religiosa, recursos económicos, artesanías y otros rasgos culturales» (4: Villa Rojas, p. 197). La fuerte solidaridad intracomunitaria contrasta con la ausencia de cualquier solidaridad social o política a nivel de grupo étnico. Todas las comunidades tzeltales siguen un patrón estructural esencialmente similar, con un centro urbano, que puede estar muy o poco poblado, y una serie de comunidades, llamadas PARAJES, que se encuentran dispersas en el MUNICIPIO.

RELIGIÓN Y CULTURA EXPRESIVA
CREENCIAS RELIGIOSAS
El sistema religioso tzeltal es una mezcla sincrética de elementos católicos e indígenas. Se celebran ceremonias comunitarias anuales en honor a determinados santos. Como en la mayoría de las comunidades indígenas mesoamericanas, los titulares de la jerarquía civil-religiosa están a cargo de estas celebraciones, así como de los asuntos más seculares de la aldea. El chamanismo y la brujería también se encuentran entre los tzeltales.

ARTES
Los impulsos artísticos se expresan hoy en día mediante el uso de diseños geométricos sencillos aplicados a la cerámica, tallados en los muebles y bordados en la ropa. La música y la danza suelen acompañar a las fiestas religiosas. Los principales instrumentos musicales utilizados por los tzeltales son el arpa, la guitarra, la flauta y el tambor. Los instrumentos musicales se clasifican a veces en función de su uso secular o no secular (es decir, religioso). En varias comunidades tzeltales los instrumentos de cuerda de origen europeo, como la guitarra, el violín y el arpa, se utilizan sólo con fines profanos. Los instrumentos musicales utilizados en las representaciones religiosas, y que a menudo se conservan en la iglesia, consisten en la flauta de caña (AHMAY) y los tambores.

MUERTE Y VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
Tras la muerte de un individuo, el cuerpo se coloca en un tablón de madera en el centro de la casa, y se vela por él durante dos días y dos noches. Por la noche, amigos y vecinos acuden a hacer compañía a la familia. En estas ocasiones se toca el arpa y la guitarra y se bebe CHICHA y AGUARDIENTE. Cuando se acerca el amanecer, los hombres regresan a sus casas mientras las mujeres se quedan a llorar junto al cadáver. Tradicionalmente, los muertos son enterrados cerca de las tumbas de los hombres del mismo linaje. En el pueblo de Cancuc, sin embargo, los muertos son enterrados dentro de la casa. Los lados y el fondo de la tumba se cubren con losas para formar un ataúd, y el cuerpo se coloca dentro. Junto con el cuerpo se coloca el ajuar funerario, como un peine, un cuenco, una botella llena de agua, una aguja e hilo y, si es un hombre, el AGUARDIENTE. Los brazos del cadáver se cruzan sobre el pecho y se coloca un rosario entre las manos. La cabeza del difunto se coloca siempre hacia el oeste. Durante los días siguientes al entierro se reza en memoria del difunto. En ocasiones se evacua la propia casa por temor al regreso del alma del difunto.

Los tzeltales creen que todo el mundo tiene dos almas: una que puede ser devorada por los NAGUALES (seres sobrenaturales), y otra que sigue el destino previsto para ella por su santo patrón. Al morir, los NAGUALES se llevan la primera alma y se dan un festín con ella en las montañas. En general, se cree que a mediados de año los NAGUALES visitan un lugar del cielo llamado ATIMALTIK, donde vive un anciano que guarda el Libro de la Vida. Este libro registra el tiempo de vida de cada individuo, y los NAGUALES lo consultan para saber cuándo va a morir la siguiente persona. La desaparición del nombre de la persona en el libro indica la muerte de ese individuo.

Revisor de hechos: Brooks

Recursos

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Véase También

Bibliografía

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