Plan de Ayala

Plan de Ayala en México en México

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Plan de Ayala

Porfirio Díaz, dictador de México desde 1876 hasta 1910, trajo el progreso económico y la estabilidad al gobierno mexicano a costa de la libertad individual y política. Sus políticas económicas beneficiaron a los ricos de México, pero colocaron al trabajador individual y al agricultor rural en gran desventaja. Díaz controlaba la política con mano de hierro, por lo que no le preocupaban las elecciones presidenciales previstas para 1910. El dictador pretendía amañar los resultados, si era necesario, para asegurar una victoria considerable. Sin embargo, subestimó la creciente fuerza de su oponente, Francisco Madero. Aunque Díaz ganó las elecciones, esto galvanizó a la oposición contra su liderazgo y condujo a la Revolución Mexicana.

Después de las elecciones, Díaz arrestó a su oponente político, con la esperanza de quitarlo de la vista y calmar a la nación. Sin embargo, muchos ciudadanos se unieron a la causa de Madero y exigieron su liberación. Díaz y los militares no consiguieron destruir a las fuerzas de la oposición, y el dictador huyó de México en 1911, dejando que Madero reclamara la victoria.

A pesar de erradicar la dictadura de Díaz, Madero aún no había satisfecho todas las demandas de los campesinos y agricultores. Emiliano Zapata, un líder mestizo de las fuerzas guerrilleras de la zona sur de Morelos, se había puesto inicialmente del lado de Madero debido a su promesa de reforma agraria, pero quedó insatisfecho cuando se tomaron pocas medidas. Zapata rompió con Madero y publicó su propio plan de acción, el Plan de Ayala, que contenía promesas de reforma agraria. Los seguidores de Zapata, los zapatistas, sobrevivieron a los repetidos ataques de las fuerzas de Madero y empezaron a apoderarse de las tierras de los grandes terratenientes del sur. Zapata y sus seguidores continuaron su lucha durante los sucesivos gobiernos de Victoriano Huerta y Venustio Carranza. Zapata siguió luchando por las reformas propuestas en el Plan de Ayala hasta que uno de los seguidores de Carranza asesinó a Zapata en 1919.

Revisor de hechos: Robert

Definición y Carácteres de Plan de Ayala en Derecho Mexicano

Concepto de Plan de Ayala que proporciona el Diccionario Jurídico Mexicano (1994), de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: (escrito por Jaime del Arenal Fenochio) Se conoce con este nombre al «Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos afiliados al Ejército Insurgente, que defiende el cumplimiento del Plan de San Luis Potosí, con las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio de la Patria Mexicana», firmado en la población de Ayoxustla, Estado de Puebla, por un grupo de jefes zapatistas, encabezados por don Emiliano Zapata, el día 28 de noviembre de 1911. Fue publicado por vez primera en la ciudad de México en el Diario del Hogar del 15 de diciembre del mismo año, con indicación de haberse firmado en Ayala, Morelos, el día 25 de noviembre de 1911. Sus principales objetivos fueron desconocer como presidente de la República y jefe de la Revolución a don Francisco Madero, y reformar y adicionar el Plan de San Luis Potosí fin de incorporarle un verdadero programa de reforma agraria.

Madero y el Zapatismo

Habiendo tomado Madero posesión de la presidencia el 6 de noviembre de 1911 buscó la rendición incondicional de los zapatistas, quienes, desde el gobierno de De la Barra se habían opuesto al total licenciamiento de sus tropas y luchado por el cumplimiento del párrafo tercero del artículo 13 del Plan de San Luis Potosí, mismo que prometió a sus antiguos poseedores la restitución de los terrenos de que se les había despojado por disposiciones de la Secretaría de Fomento o fallos de los tribunales de la República. Pero, el 11 de noviembre de 1911, Zapata envió al gobierno maderista un Memorial en el que fijaba las condiciones de su rendición entre las cuales sobresalió la petición de una ley agraria que procurara «mejorar la condición del trabajador del campo».

Madero se negó a aceptarlas: la rendición debía ser sin condiciones. Ante esta decisión y a fin de contar con un programa que, además de borrar la imagen adversa al zapatismo que habían formado los periódicos de la República, contuviese los principios políticos y sociales que abanderaran su movimiento, Zapata se decidió a dar forma definitiva al plan político que de antemano había ideado. Para redactarlo, junto con Otilio E. Montaño y un grupo de partidarios, se refugió en las montañas de Puebla, donde durante algunos días expuso sus ideas a Montaño, quien les dio expresión formal definitiva. Concluido el Plan, en el pueblo de Ayoxustla, Zapata reunió a los principales jefes zapatistas de la zona para que firmasen el llamado Plan de Ayala; era el 28 de noviembre de 1911.

Una vez firmado, Zapata pidió al cura de Huautla copiarlo mecanográficamente y envió una copia a su agente en la ciudad de México, Gildardo Magaña, para que lo publicase en la capital de la República. Sólo el Diario del Hogar lo publicó, el día 15 de diciembre del mismo año. Esta versión publicada difiere en algunas disposiciones de los manuscritos que se conservan del Plan de Ayala y de la versión oficial que del mismo dio a conocer el general Magaña: destacan la diferencia en la fecha de firma del mismo, la redacción del artículo 12 y el nombre de los firmantes.

Estructura del Plan

El Plan de Ayala se divide en 15 artículos antecedidos por un pequeño proemio, en el que los firmantes, constituidos en Junta Revolucionaria, anuncian solemnemente al mundo civilizado y a la Nación a la que pertenecen, los principios que formulan para acabar con la tiranía del presidente Madero. El artículo 1, el más largo de todos, contiene los considerandos del Plan de Ayala: Estos son, en resumen: la traición de Madero a los principios, que juró defender en el Plan de San Luis Potosí, su ambición desmedida, su desacato a las leyes emanadas de la Constitución de 1857, y la persecución que había dirigido contra quienes le ayudaron a ocupar la presidencia de la República. También el Plan de Ayala consideró que Madero se había burlado del sufragio efectivo al imponer en la vicepresidencia a Pino Suárez y a los gobernadores de algunos Estados, y lo acusó de violar la soberanía de éstos y de entrar en contubernio con los «científicos» y los «hacendados feudales y caciques opresores» con el fin de establecer una nueva tiranía, «más oprobiosa y más terrible que la de Porfirio Díaz» (González Ramírez, Planes, página 74). El artículo terminó declarando a Madero «incapaz para gobernar» y «traidor a la Patria». Por estas razones el artículo 2 desconoció a don Francisco l. Madero como jefe de la Revolución y como presidente de la República.

El artículo 3 reconoció como jefe de la Revolución y como presidente Orozco, y, en caso de no aceptar éste, al general Emiliano Zapata. Por el artículo 4 la Junta Revolucionaria hizo suyo el Plan de San Luis, con las adiciones que a continuación incorporaba. El artículo 5, en obvia referencia al Tratado de Ciudad Juárez, estableció que dicha junta no admitiría «transacciones ni componendas políticas» hasta no conseguir el derrocamiento de los regímenes porfirista y maderista, «pues la Nación está cansada de hombres falaces y traidores que hacen promesas y como libertadores pero que, al llegar al poder se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos». (González Ramírez, obra citada, página75) Los artículos 6 a 9 constituyen la parte más importante y radical del Plan de Ayala, así como «del experimento más notable y más discutido de México, el de la Reforma Agraria» (Womack, Zapata, página 385) En efecto, por el artículo 6 los terrenos, montes y 1 aguas que habían usurpado los hacendados o los caciques entrarían desde luego en posesión de los pueblos o ciudadanos que tuviesen sus títulos correspondientes, quienes defenderían dicha posición con las armas en la mano. El artículo, sin embargo, dejó abierta la puerta judicial a los usurpadores que se creyeran con el derecho a los bienes perdidos.

El artículo 7 anunció que la expropiación, previa indemnización, de las tierras, montes y aguas monopolizadas por poderosos propietarios a fin de que la mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos obtuviesen ejidos, colonias, fundos legales, y campos de sembradío para su prosperidad y bienestar. El artículo 8 amenazó a los hacendados, científicos y caciques que se opusiesen directa o indirectamente al Plan de Ayala con la nacionalización de sus bienes, destinándose las dos terceras partes de éstos. a las indemnizaciones de guerra y pensiones para las viudas y los huérfanos de las víctimas de la guerra. El artículo 9 estableció que para «ajustar los procedimientos respecto a los bienes antes mencionados» se aplicarían, «según convenga», leyes de desamortización y nacionalización, a semejanza de las puestas en vigor «por el inmortal Juárez a los bienes eclesiásticos» (González Ramírez, en el mismo lugar).

Otros Artículos del Pacto

Radical también fue el artículo 10, que dispuso que serían considerados traidores a la Patria y a la causa revolucionaria los antiguos revolucionarios que se opusieran al Plan de Ayala. El artículo 11 ratificó al de igual número del Plan de San Luis Potosí y las instrucciones en éste contenidas; pero en abierta contradicción con el artículo 5 del plan maderista el artículo 12 dispuso que al triunfo de la Revolución «una junta de los principales jefes revolucionarias de los distintos estados» nombrarían un presidente interino, quien convocaría a elecciones para la formación de un nuevo Congreso. El artículo 13 también en oposición al Plan de San Luis Potosí, señaló que los principales jefes de cada Estado, en junta, nombrarían al gobernador del Esta a que correspondiesen. Esto «con el objeto de evitar consignas forzadas».

El artículo 14 invitó al presidente Madero y a los demás elementos del antiguo régimen a presentar inmediata renuncia a sus puestos; en caso de no hacerlo así, la responsabilidad de la sangre derramada caería sobre sus cabezas. El último artículo se dirigió a los mexicanos, para, después de insistir en las causas de su lucha, asegurarles que los firmantes eran partidarios de los principales, no de las personas. La versión del Plan de Ayala publicada en el diario capitalino llevó como lema Libertad, Justicia y Ley, el firmado el 28 de noviembre Justicia y Ley y, finalmente, el zapatismo adoptó como lema Reforma, Libertad, Justicia y Ley.

Reforma del Plan

El Plan de Ayala, dirigido en su origen contra el gobierno de Madero, fue reformado, después de la decena trágica, el 30 de mayo de 1911 para proyectarlo en contra del gobierno usurpador de Victoriano Huerta. El decreto reformador estableció que serían aplicables, en lo conducente, al gobierno de Huerta los conceptos contenidos en el artículo 1 del Plan de Ayala, y que el artículo 3 se reformaba para declarar indigno al general Pascual Orozco quedando, en consecuencia, como Jefe de a Revolución el general Zapata.

El 19 de junio de 1914, en la población de San Pablo Oxtotepec, un grupo de jefes del Ejército Libertador, entre los cuales no figuró Emiliano Zapata, ratificó «los principios que forman el alma de la Revolución», es decir, los principios proclamados en el Plan de Ayala. En este acto los signatarios se comprometieron a elevar al rango de preceptos constitucionales los principios del plan relativos a la cuestión agraria, y a luchar hasta ver establecido un gobierno compuesto de hombres adictos al Plan de Ayala.

Meses más tarde, habiéndose ya reunido la Convención de jefes revolucionarios en la ciudad de Aguascalientes, se decidió invitar al movimiento zapatista a formar parte de dicha asamblea. Los enviados zapatistas pugnaron porque la Convención aprobase los artículos del plan de Ayala. Después de algunos debates, en la sesión del 28 de octubre de 1914 la asamblea aprobó «en principio» los artículos 4, 6, 7, 8, 9, y 12 del Plan de Ayala. Defendido a capa y espada por los zapatistas desde el año de 1911, sin permitir alguna concesión respecto de su contenido, el Plan de Ayala fue paulatinamente dejado a un lado por sus defensores ante la presión del movimiento constitucionalista y la necesidad de allegarse aliados para sobrevivir.

Cuando el 25 de abril de 1918 Zapata dirigió un Manifiesto al pueblo mexicano omitió referirse a aquél Para Womack, este documento equivale a una abrogación del Plan de Ayala y «un retraso a la posición de septiembre de 1911» (Womack, obra citada, página 229″…Sin embargo, todavía el 6 de agosto 1919, seis «antiguos revolucionarios del Sur» proclamaron el llamado Plan de Milpa Alta al que concibieron como reformador del Plan de Ayala. Zapata había muerto asesinado el 10 de abril anterior. La ulterior fidelidad prestada al Plan de Agua Prieta y las promesas hechas por el grupo sonorense a los campesinos del Sur supusieron el fin del Plan de Ayala como bandera revolucionaria.

Originalidad

Como asegura Womack, el Plan de Ayala «no fue una creación instantánea»; dicho autor encuentra en el liberalismo mexicano, en las lecciones históricas de la segunda mitad del siglo XIX, en planes como el de Tacubaya de 1911, en papeles del Partido Liberal, y, desde luego, en el Plan de San Luis Potosí sus inmediatos antecedentes. Sin embargo, el Plan de Ayala fue «original, más aún que la mayoría de los demás planes, programas y manifiestos que han aparecido en la historia de México». Original, es decir, mexicano, en su esencia, en su problemática y en sus propósitos

Concepto de Plan de Ayala

Una definición de Plan de Ayala podría ser la siguiente: Plan de Ayala, una declaración escrita en el otoño de 1911 por Emiliano Zapata y un maestro de escuela llamado Otilio Montaño. Fue el texto fundamental del movimiento zapatista que se centró en el estado de Morelos. El plan le dio al zapatismo una orientación nacional al rechazar al primer caudillo de la Revolución Mexicana, Francisco Madero, como un traidor. También proporcionó a la revolución una expresión clara y relativamente directa de la demanda popular de reforma agraria. Por esta razón, fue uno de los documentos clave del período, desempeñando un papel importante, aunque algo indirecto, en la reforma agraria de los años veinte y treinta.

Autor: Black

Recursos

Véase También

Resumen de la Revolución Mexicana
Plan de San Luis Potosí

Bibliografía

Córdoba, Arnaldo, La ideología de la Revolución Mexicana; 10ª edición, México, ERA-UNAM, 1982; González Ramírez, Manuel (compilador), Planes políticos y otros documentos, México, SRA-CEHAM, 1981; Magaña, Gildardo, Emiliano Zapata y el agrarismo en México; 2ª edición, México, Ruta, 1951-1952; Magaña, Gildardo, Plan de Ayala, México, Centro de Estudios de Historia de México CONDUMEX, 1985; Rosoff, Rosalind y Aguilar, Anita, Así firmaron el Plan de Ayala, México, SEP, 1976; Rueda, Salvador S. y Espejel L., Laura, «El Plan de Ayala y la autonomía zapatista (1911-1912)», Así fue la Revolución Mexicana, México, Senado de la República, SEP, 1985, tomo 5; Womack, Jr., John, Zapata y la Revolución Mexicana, 12ª edición, México, Siglo XXI, 1982.
John Womack, Zapata y la Revolución Mexicana (1968), esp. pp. 393-404.

Robert P. Millon, Zapata: La ideología de un campesino revolucionario (1969).

Samuel Brunk, Revolución y traición en México: una vida de Emiliano Zapata (1995).

Bibliografía Adicional
López González, Valentín. El Plan de Ayala, 1911. Cuernavaca, México: Instituto Estatal de Documentación de Morelos, 2001.

López González, Valentín. Reforma y ratificación del Plan de Ayala, 1913. Cuernavaca, México: Instituto Estatal de Documentación de Morelos, 2000.

Tutino, John. De la insurrección a la revolución en México: las bases sociales de la violencia agraria, 1750–1940. Princeton, NJ: Princeton University Press, 1987.

1 comentario en «Plan de Ayala»

  1. ¿Podrías apoyar este plan si fueras un agricultor pobre? ¿Un trabajador urbano? ¿Un terrateniente rico? ¿Por qué o por qué no?
    ¿Cuál es el objetivo principal del Plan de Ayala? ¿Cómo se conseguirá?
    ¿A quién culpa el plan del fracaso de la revolución hasta ahora?
    ¿A quién se culpa de los problemas económicos de los ciudadanos comunes y de los campesinos? ¿Estás de acuerdo?

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