Plan de Ayutla

Plan de Ayutla en México

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Definición y Carácteres de Plan de Ayutla en Derecho Mexicano

Concepto de Plan de Ayutla que proporciona el Diccionario Jurídico Mexicano (1994), de la Suprema Corte de de la Nación: (escrito por Jaime del Arenal Fenochio): Proclamado por el coronel de origen cubano Florencio, Villarreal, fue firmado por los jefes, oficiales y tropa a sus órdenes en el pueblo de Ayutla, Departamento de Guerrero, el 1° de marzo de 1854 y mediante él se desconoció al presidente Antonio López de Santa Anna y a los demás funcionarios, que habían desmerecido la confianza de los pueblos. Los autores intelectuales y materiales del Plan de Ayutla fue los generales Juan Alvarez y Tomás Moreno. El coronel Ignacio Comonfort, Trinidad González, Diego Alvarez, Eligio Romero y Rafael Benavides, quienes, en la Hacienda «La Providencia», lo redactaron a finales de febrero de 1854, enviándolo después a Villarreal para su proclamación. El día 11 de marzo Comonfort, con la anuencia de Alvarez, le hizo varias modificaciones en el puerto de Acapulco, mismas que fueron firmadas y proclamadas por él y por la guarnición del puerto.

Puntos Principales del Plan de Ayutla

El Plan de Ayutla originalmente declaró que se cesarían en el ejercicio del poder público el presidente Santa Anna, los funcionarios que habían desmerecido la confianza del pueblo y los que se opusieran al plan (artículo l). El general en jefe de las fuerzas que lo sostuvieron convocaría – cuando el Plan de Ayutla se hubiese adoptado por la mayoría de la nación – a un representante de cada estado o territorio para elegir a un presidente interino (artículo 2); éste estaría investido de las más amplias facultades para «atender a la seguridad e independencia del territorio nacional y a los demás ramos de la administración pública» (artículo 3), pero quedaba obligado a expedir una convocatoria a para un Congreso Constituyente extraordinario, conforme a la ley expedida con el mismo objeto en 1841. El Congreso estaría facultado para «constituir a la nación bajo la forma de República representativa popular» y para revisar los actos del presidente interino (artículo 5).

En los o que se adhirieran al Plan, el jefe principal de las fuerzas armadas formaría y promulgaría un estatuto provisional que regiría en su respectiva entidad, sobre las bases que la nación sería una, sola, indivisible e independiente (artículo 4). Otros artículos del Plan de Ayutla se limitaron a garantizar la protección del gobierno al ejército y al comercio (artículo 6) o a suprimir ciertas leyes – como las de sorteos y pasaportes – o impuestos – como el de captación – (artículo 7). En el noveno y último artículo se invitó a los generales Alvarez, Tomás Moreno y Nicolás Bravo para que se pusieran al frente de las tropas libertadoras y llevasen a cabo las reformas administrativas consignadas. En Acapulco, el 11 de marzo, el espíritu moderado de Comonfort consiguió introducir en el Plan ciertas reformas con el objeto de limitar las facultades omnímodas del presidente interino al respeto de las garantías individuales. (artículo 3), y de no predisponer la voluntad del futuro Constituyente en favor del sistema federal (artículos 2 y 4). Con esta última medida, Comonfort esperaba – como lo consiguió – atraerse la simpatía tanto de centralistas como de federalistas; no así la de los monarquistas, a cuyo proyecto calificó de ridículo y contrario al carácter y costumbres de la nación. Por esa razón en el plan reformado desapareció la referencia a los , conservando la de los departamentos.

También en los «considerandos» del Plan de Ayutla reformado se hizo una importante variación: si en el original se hizo mención a que las «instituciones republicanas» eran las únicas que convenían al país con exclusión de cualquier otro sistema de gobierno, en Acapulco se estableció que eran las «instituciones liberales» las que en forma exclusiva convenían a aquél. Por último, en Acapulco se aumentó un artículo más en el cual se facultó a la mayoría de la nación, y no únicamente a los generales Alvarez, Moreno y Bravo, a modificar el plan, obligándose sus firmantes a acatar dichas modificaciones en todo tiempo.

Revolución de Ayulta

La revolución, después de una fase de relativo estancamiento, se aceleró hacia fines de 1854. Comonfort consiguió el apoyo de los liberales exiliados en , y de diversos caudillos que levantaron un ejército popular y un sistema de guerrillas que empezaron a causar serios descalabros a las tropas regulares. La toma de Colima, el pronunciamiento a favor del Plan de Ayutla de algunos generales de su ejército y el temor de verse atrapados por los insurrectos, desanimaron definitivamente a Santa Anna, y el 9 de agosto de 1855 salió de la ciudad de México con el propósito de abandonar el país. Su ejército en mínima parte le había sido infiel, pero no pudo resistir la fuerza de un ejército popular levantado en apoyo de una no menos popular revolución.

El 13 de agosto, la guarnición de la ciudad de México aceptó el Plan pero queriendo monopolizarlo en favor de sus intereses, su jefe, el general Díaz de la Vega, convocó a la junta de representantes de los departamentos y que eligió al general Martín Carrera como el presidente interino previsto por el Plan. Con habilidad y prudencia, Comonfort, convertido en el jefe del ejército revolucionario, consiguió la renuncia de Carrera, así como la adhesión de Vidaurri en el norte y de Antonio Haro y Tamariz y Manuel Doblado en el centro, con lo cual triunfó la revolución de Ayutla. El jefe del movimiento, Juan Alvarez, convocó a la junta de representantes que eligiría al ejecutivo interino; junta en la cual predominaron los liberales puros, quienes el 4 de octubre de 1855 eligieron en Cuernavaca al propio Alvarez. Doce días después, éste expedía la convocatoria al Congreso Constituyente. Principiaba la Reforma.

Utopias y Transformación

Sin más pretensiones en su nacimiento que otros planes suscritos a lo largo de los primeros años de vida independiente, al de Ayutla le acompañaría una fortuna determinante en la «transformación de México en Nación efectiva» (Olavarría, México, página 389). En efecto, suscrito por oscuros militares, ideado con la clara intención de salvar las instituciones republicanas frente a los propósitos monárquicos de Santa Anna, y dirigido personalmente contra este dictador y su camarilla, habría de llegar con el tiempo, y gracias al paulatino, pero constante y popular apoyo que fue logrando, el parteaguas de la vida política mexicana en el siglo XIX, el punto de arranque – al decir de O'Gorman – de la paradójica unión de la utopía democrática liberal con la utopía personalista y providencialista, ambos, proyectos políticos suscritos por los desde 1810. Con Ayutla, las , planes y esfuerzos de una generación de concluyeron; otros, con fe y sangre nuevas, habrían de ocupar el escenario que Santa Anna y el santanismo abandonaron en agosto de 1855.

Descripción Alternativa

«A mediados del siglo XIX, México enfrentaba un problema político: consoliadarse como nación soberana e independiente. Las pugnas por el control del gobierno entre los grupos conservadores y liberales impedían la construcción de instituciones
sólidas y permanentes, que desembocaron en periodos constantes de anarquía e inestabilidad nacional.

En abril de 1853, el general Antonio López de Santa Anna, apoyado por el grupo conservador, asumió la Presidencia de la República por enésima ocasión.
Santa Anna no tuvo límite alguno para ejercer el poder con facultades omnímodas, siendo elevado a rango de Alteza Serenísima. Su gobierno se caracterizó por vulnerar las libertades públicas, destituir a funcionarios y perseguir -hasta lograr su exilio- a destacados lliberales, así como por la centralización del poder en su persona.

En su exilio en Nueva Orleans, Benito Juárez, Melchor Ocampo y José María Mata, entre otros, esperaban el momento oportuno para regresar a México para iniciar la lucha contra el dictador.

Su evaluación de la vida política no era equivocada. Eran conscientes de la existencia de la inconformidad social y del orígen de un movimiento de rebelión. El gobierno centralista entraría en un conflicto que evidenció los enormes agravios hechos a la Nación.

La manifestación del descontento popular se expresó el 1º de marzo de 1854, cuando en la hacienda La Providencia, localizada en el estado de Guerrero, el coronel Florencio Villarreal hizo un llamado para terminar con la dictadura, mediante la promulgación del Plan de Ayutla, en cuya formulación participaron
figuras como Juan Alvarez, Ignacio Comonfort, Trinidad Gómez, Diego Alvarez, Tomás Moreno y Rafael Benavides, todos ellos jefes militares de tendencia liberal.

El referido documento como propósitos fundamentales señalaba la destitución del dictador y la designación de un presidente interino que convocara a un Congreso Extraordinario, el cual tendría el carácter de Constituyente, para organizar al país como República representativa y popular, creando una ley fundamental adecuada a las necesidades y características de la Nación.

El 11 de marzo de 1854, Ignacio Comonfort propuso algunas modificaciones al Plan original con el consentimiento de todas las fuerzas rebeldes,.

Asíquedó manifestada claramente la indignación pública hacia e gobierno santanista,con lo cual dio inicio la Rebelión de Ayutla.

Juan Alvarez e Ignacio Comonfort fueron los jefes más notables del movimientosubversivo. El primero, como destacado general brigadier de amplia experiencia militar y exgobernador de Guerrero; el segundo, estupendo estratega, quien en la inercia del movimiento antisantanista adquirió el carácter de general
en jefe de las tropas de Michoacán, a cuyo mando tomaría las plazas de Zapotitlán
y Colima.

Al enterarse del levantamiento, el presidente López de Santa Anna encabezó la tarea militar de aniquilarlo, creyendo que se enfrentaba a una revuelta menor. Sin embargo, en su intento de apoderarse del puerto de Acapulco fracasó, cuando Comonfort se resguardó en el Castillo de San Diego y derrotó su ofensiva.
Después Comonfort partió hacia en busca de recursos económicos y armamento para el movimiento revolucionario.

Al mando del general Juan Alvarez, y al regreso de Comonfort, con un abastecimiento de recursos militares importantes, el movimiento opositor al general Santa Anna adquirió mayor fuerza y penetración, extendiéndose hacia los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Jalisco.

A mediados de 1855, una vez derrotadas las fuerzas santanistas, las plazas de Jalisco y Colima fueron ocupadas por los grupos rebeldes, victorias con las cuales podía considerarse triunfante el Plan de Ayutla. El 9 de agosto del mismo año, Santa Anna abandonó la Ciudad de México; días después redactó
un manifiesto en la ciudad de Perote, por medio del cual renunció al cargo de presidente de la República.

Con la proclamación del Plan de Ayutla se inició el período que culminaría con la organización del Congreso Constituyente de 1856, y con la promulgación de la Política de 1857, texto constitucional que estableció los políticos fundamentales que rigen la vida ciudadana del país.
El Plan de Ayutla plasmó el ímpetu del pueblo mexicano para limitar el abuso del poder y terminar con la violación de las garantías de libertad, pensamiento y , y representó un esfuerzo colectivo en la búsqueda y establecimiento de una Nación más justa, libre y soberana.»

(Historia de México EDIT. McGRAW HILL)

Concepto de Plan de Ayutla

Una definición de Plan de Ayutla podría ser la siguiente: El primero de marzo de 1854 fue pronunciado el Plan de Ayutla, por Juan Álvarez e Ignacio Comonfort contra Santa Anna (1854-1855). Los planteamientos centrales eran el desconocimiento del centralismo, la dictadura de Santa Anna y la convocatoria a un nuevo Congreso para reorganizar el país. Apoyado por guerrillas de varios , el movimiento triunfó y promulgó la de 1857.

Recursos

Véase También

Constitución Política de la República Mexicana de 1857, Estatuto Orgánico Provisional de la República Mexicana, Leyes de Reforma

Bibliografía

Bravo Ugarte, José, Historia de México, México, Jus, 1944, tomo III; Cueva, Mario de la, et. al., Plan de Ayutla. Conmemoración de su primer centenario, México, UNAM, 1954; O’Gorman, Edmundo, «Precedentes y sentido de la Revolución de Ayutla», Plan de Ayutla y seis estudios históricos de tema mexicano, Jalapa, Universidad Veracruzana, 1960; Olavarría y Ferrari, Enrique de, México a través de los siglos, tomo IV, México independiente 1821-1855, México, Ballescá, sin año; Sierra, Justo, Evolución Política del pueblo mexicano, México, Fondo de Cultura Económica, 1950; Tena Ramírez, Felipe, Leyes fundamentales de México, 1808-1983; 12ª edición, México, Porrúa, 1983.